Intramuros
Durante toda la historia los muros se han levantado con la intención de defenderse.
Desde
la Muralla China hasta las paredes que defienden el Castillo de la Palma de Mugardos,
pasando por cada rincón y edificación que se levantó con la intención de ganar una
posición, de defender un territorio y una causa.
Los
muros siempre se acompañan de foso, de aceite hirviendo, de arqueros y de
trabuquetes, de todo cuanto sea necesario para la defensa del castillo y
aguantar un asedio. Pero a veces se dan situaciones en las que los muros no son
para defender una tierra, si no para aislar a otra.
Hay
muros que se levantan con la intención de hacer de cordón sanitario, preventivo
o no. Y cuando eres el que está al otro lado de ese muro, tienes dos opciones:
O luchar por derribarlo, o usarlo como peldaño. De usarlo como escalón para
defender aquellos con los que compartes pisada.