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Mostrando entradas de diciembre, 2022

De luchas y batallas

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Dicen que las pequeñas luchas son para los pequeños luchadores. Que, si logras vaciarte de lo superfluo, tan solo queda lo profundo, y que ahí es donde en silencio aprendes. En ese silencio aprendes a dejar de luchar contra los que hablaban de ti, incluso hasta dejas de querer llamar la atención. Dejas de luchar por dejar de cumplir las expectativas de los demás, con la gente desconsiderada y también dejas de luchar para demostrar que están equivocados contigo. Y es que cuando dejas de luchar por esas pequeñas luchas, empiezas a luchar por tus sueños, por tus ideas y por tu destino. Porque el día en que dejas de luchar en pequeñas peleas, comienzas a ganar las grandes batallas.

Punto de encuentro

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Llega un momento en el que tienes las piernas a punto de explotar, la boca seca y la cabeza pensando en rendirse. Pensando en que es demasiado para no tener nada a cambio; pensando sobre pensado en pensamientos. Y es el peligro que tiene nuestra cabeza, que piensa hasta horizontes insospechados y barrunta hasta los rincones más tenebrosos sin que nos demos cuenta de ello. Que cuando el aburrimiento nos azota, nos lleva a deambular por salones que deberían seguir cerrados porque, al fin y al cabo, somos nuestro peor enemigo. Qué hacer cuando la cabeza te pide que te rindas, cuando te dice que los músculos están sufriendo y que pares. Que correr es de cobardes, y que de nada sirve sufrir más que para saber que sigues con vida. ¿Qué hacer en ese momento? Lo de siempre. Nuestro punto de encuentro, nuestra piedra filosofal.  Que si se trata de supervivencia nos guiemos por el instinto y la pasión, que nos guiemos por lo que no entiende a la razón, y que como decían los siux, que nue

Vincit

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Párate durante cinco minutos a hablar contigo mismo. A valorarte al margen de los demás, de si eres más alto o bajo, más feo o guapo, más inteligente o listo, porque el mundo no va de esto. Sí, las comparaciones son odiosas, pero no todos tenemos el mismo ritmo de vida ni la misma trayectoria a nuestras cuestas. Desconoces las espinas que el de al lado tiene clavadas a sus espaldas y que lo han hecho ser así, de la misma forma que nadie terminará nunca por conocerte al completo. Porque hay esos rincones ocultos del alma cerrados a cal y canto donde ni el diablo se atreve a entrar, donde encerramos a nuestros terrores para no volver a encontrarlos nunca, porque si es difícil encontrar un lugar donde aprisionarlos, más difícil aún es conseguir cerrar esa puerta. No, el éxito no es medirse con los demás, ni ser mejor que nadie. El éxito es cada día ser mejor que ayer, saber algo más y aprender algo más, crecer como persona, obtener mayor conocimiento y seguir aportando, y todo ello