De luchas y batallas
Dicen que las pequeñas luchas son para los pequeños luchadores. Que, si logras vaciarte de lo superfluo, tan solo queda lo profundo, y que ahí es donde en silencio aprendes. En ese silencio aprendes a dejar de luchar contra los que hablaban de ti, incluso hasta dejas de querer llamar la atención. Dejas de luchar por dejar de cumplir las expectativas de los demás, con la gente desconsiderada y también dejas de luchar para demostrar que están equivocados contigo. Y es que cuando dejas de luchar por esas pequeñas luchas, empiezas a luchar por tus sueños, por tus ideas y por tu destino. Porque el día en que dejas de luchar en pequeñas peleas, comienzas a ganar las grandes batallas.