Diálogo de tres
-¡Hola!
-Anda,
¿es a mí?
-Han
pasado muchos años.
-Lo
dices tú, que la última vez que hablaste conmigo fue hace más de una década.
-Merezco
el reproche.
-Reproche
ninguno, es un dato contrastado, objetivo e incuestionable. Ya sabes de lo que
hablo.
- No
esperaba que esto fuera a ser tan frío.
- ¿No
esperabas dices? ¿Cómo quieres que te trate cuando tu mismo no has sabido
tratarte? ¿Cómo quieres que te trate si siempre y solo siempre has antepuesto
el bien de los demás antes del tuyo propio? ¿Te haces una idea de la carga que
he soportado estos diez años? ¿Te haces una idea de todo lo que ha sido luchar
en solitario sin tener nadie al lado? No, no te haces ni una idea, porque tú
solo eres corazón.
-Y tú
sólo eres razón.
-Exacto,
soy lo que tengo. ¿Y tú? ¿Qué tienes tú?
-Todo lo
vivido, tanto lo bueno como lo malo. Todos los momentos que en soledad tuve que
levantarme porque hay batallas que nadie puede librar por mí, pero había
personas al lado apoyando, todas las noches que estiraba las horas para
perseguir metas con las que algunos solo sueñan, mientras mi ambición es
obtenerlas por duplicado. He vivido y cumplido objetivos sin necesidad de
mentir, engañar o a costa de otros. He ganado en sonrisas, en lágrimas, en
caricias y en abrazos. He cumplido sueños. ¿Qué tengo? Pasión. Y como tu bien
dices, yo soy lo que tengo.
-Disculpad…
-Ay la
virgen…
-Esto sí
que es nuevo.
-Ya que
habláis de mí, lo lógico es que pueda decir algo, ¿no? Sois el corazón y la
cabeza, digo que algo podré aportar.
-Si tú lo
dices…
-Si así
lo sientes…
-Es
necesario un equilibrio entre todas las partes, entre pasión y razón. La
potencia sin control no sirve de nada y el control, si no hay potencia,
tampoco. ¿Estamos de acuerdo en esto?
-Es
factible.
-Es
probable.
-Bien. Nunca
os he fallado y no voy a comenzar a hacerlo ahora. Soy la intuición que os ha
guiado en todas vuestras decisiones, tanto las que se han tomado por razón como
por corazón, y la que os ha traído hasta aquí. Juntas y de la mano. Porque como
decía Fraga: juntos vamos a más; separados, al carallo.
Así que cree en la razón de los argumentos y de la verdad, en la pasión que te da las ganas y nunca dejes de confiar en tu intuición.