Intensito
Nunca estarás listo para dar ese paso al abismo o ese salto desde el borde de un precipicio, y el motivo es porque el ser humano está diseñado para no enfrentarse a sus miedos. Porque nuestro cerebro está pensado para protegernos del peligro y, los cambios, requieren de riesgos. De arriesgarse. Y es por eso por lo que, para lograrlos, se sigue al corazón.
Pero, ¿a qué le puedes tener miedo, si todos nos vamos a morir? Cada minuto que pasa es un minuto que estás más cerca del hoyo, y tú aquí pensando si las decisiones que quieres tomar le parecen bien a los demás.
La vida merece ser vivida sin cortapisas, que para algo nos hemos criado con el Hakuna Matata.
Que sí, que le llamen intensidad, pasión o ganas, pero esa es la diferencia entre vivir el tiempo que pasa o dejar que pase el tiempo. Y si por vivir sintiendo eres un intensito, es mejor vivir así, que no sentir en toda una vida.