Deseos
Un deseo
en el fondo de nuestro ser es el arma más poderosa a la que podemos aferrarnos
para vivir. Somos los deseos que se guardan en el rincón más oscuro y profundo
de nuestro corazón, los secretos que los custodian en medio de la noche y las decisiones
que tomamos para que se hagan realidad.
Los
deseos están enlazados al corazón y a la pasión que pongamos en algo; son la
llama que alumbra en nuestro interior y los que nos hacen escoger el camino que
creemos correcto. Son los que nos dicen qué hacer cuando nuestra cabeza está
tan atormentada que no tiene ni idea de en que lugar está el norte.
Son por
lo que estamos dispuestos a dar hasta el último aliento de los pulmones, los veintiún gramos de alma que exhalamos antes de morir.
Dicen
que uno tiene que aprender a rendirse… Y no, aún no he aprendido a hacerlo.
Espero no tener que aprenderlo nunca. Por eso hay que tener cuidado con lo que
se desea, porque se corre el riesgo de que se haga realidad.
Y
siempre he sido de correr riesgos.