Viento de guerra
Y eso es lo que nos ha traído hoy aquí. A esos momentos en los que la vida te pone a prueba de una forma tan grotesca que no sabes cómo actuar. A esas guerras que no esperabas librar pero que, preparado, o no, te toca hacerlo.
Ya no sólo por ti, si no por tu familia y la gente que realmente te importa.
De igual forma que Simba tuvo que asumir su rol en el ciclo de la vida tras recordar quien era, hay momentos en los que nos toca pasar por lo mismo. No es el papel que te gustaría, pero es el que la vida tenía reservado para ti. No es por ti, es por quien lo necesita.
Porque por difícil que sea, no se deja de combatir por aquello que realmente merece la pena.
Como el viento seco y helado de la última tarde de otoño que da la bienvenida al invierno, como la única bala que tiene el francotirador para matar. Frío, tranquilo y sin temblar. Listos, o no, vamos a la guerra. Y vamos a ganar.