Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2024

Balcones

Imagen
En ocasiones te recuerdas eso que decían las abuelas de que las cosas suelen empeorar antes de mejorar. Que la vida son montañas rusas en las que tienes que aprender que los loopings hay que darlos con las manos aire y que aguantar la respiración siempre ayudó a relajarse. Kant decía que si evitabas los errores no serías capaz de vivir. Que tenemos que aprender a saber qué es lo que no nos gusta para apreciar lo auténtico, lo que nos llena, lo que nos motive a seguir adelante. Que la vida se vive a sorbos; día a día y minuto a minuto. Como si fuera el último de tu existencia. Porque como me dice una muy buena amiga: siempre te encontrarás alguna putada con balcones a la calle. Sólo debemos recordar que somos nosotros mismos los que escogemos la forma en la que nos afectan las cosas. Que nosotros somos los dueños de nuestro destino.

Mon destin

Imagen
Que no te importe si los demás te ven raro por ser fiel a tus creencias o a ti mismo; quien te quiere no necesita de tus explicaciones, quien te odia no las escuchará, y quien no pertenezca a alguno de estos dos grupos, se la bufará por completo. La clave de todo siempre es no perder el norte. Como me escribía un lector de este blog la semana pasada: la aceptación no pocas veces es la única salida para recuperar el equilibrio y, para saber aplicarla cuando realmente se necesita, se precisa de entrenamiento, como tantas otras cosas en la vida. Da igual que te juzgue quien no lleva tus zapatos; nunca te conviertas en esa clase de personas que prefieren complacer a los demás renunciando a ser uno mismo, que prefieren desgastarse viviendo una vida para la que no han nacido. Ser auténtico te traerá tanto amor como odio, y odio, especialmente, de quienes no pueden domarte. Porque si escoges el difícil camino de ser fiel a tu corazón, tarde o temprano descubrirás que todo vale la pena.

Ki

Imagen
Uno de los conceptos que existen en la filosofía oriental es el Ki y, para que nos entendamos, podríamos definirlo como nuestra energía interior. No todas las personas tienen el mismo tipo de Ki, aunque fundamentalmente se agrupan en dos tipos: los hay que tienen un Ki duro que bebe de la fuerza, de la intensidad y del dominio de la ira, que en Kenichi definían como “Dou”, y los hay que lo tienen más suave y fundamentado en la agilidad, la destreza y el espíritu, que se llamaba “Sei”. Durante años, a los occidentales nos educan a escoger entre una u otra vía para tu desarrollo; o eres Dou o Sei, o sigues el camino de la luz o el de la oscuridad, el bien o el mal, el del frío o el del calor, el de la noche o el día, el cuerpo o la mente… Cuando, en realidad, es en el equilibrio donde radica la paz. No puedes volver hacia atrás para cambiar el pasado, pero si puedes modificar tu presente para cambiar tu futuro. Y cuando aprendes a dominar tus demonios en base a este equilibrio, cua

Bordes de mapa

Imagen
Dicen que no puedes romper a quien encontró la fuerza en su propia destrucción. Que quien tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él, porque la paz de uno no puede depender de terceros. Que todo tiene su propósito si sabemos verlo, por eso no debemos renunciar a algo por el simple hecho de que sea difícil. Vivir siempre implicó asomarse a los bordes del mapa y, cuando emprendes ese viaje, dejas atrás a la persona que lo comenzó. Decidir quién quieres ser, también implica el decidir quién nunca volverás a ser. Que los movimientos que tanto nos asustan son, precisamente, los que cambian nuestra vida. Y no hay nada más fuerte en el mundo, que la auténtica voluntad de cambiar.