Balcones
En ocasiones te recuerdas eso que decían las abuelas de que las cosas suelen empeorar antes de mejorar. Que la vida son montañas rusas en las que tienes que aprender que los loopings hay que darlos con las manos aire y que aguantar la respiración siempre ayudó a relajarse.
Kant decía que si evitabas los errores no serías
capaz de vivir. Que tenemos que aprender a saber qué es lo que no nos gusta
para apreciar lo auténtico, lo que nos llena, lo que nos motive a seguir
adelante.
Que
la vida se vive a sorbos; día a día y minuto a minuto. Como si fuera el último
de tu existencia. Porque como me dice una muy buena amiga: siempre te
encontrarás alguna putada con balcones a la calle.
Sólo
debemos recordar que somos nosotros mismos los que escogemos la forma en la que
nos afectan las cosas. Que nosotros somos los dueños de nuestro destino.