Espantapájaros


Cuando no existían ni las cintas de reflejos ni los DVD para espantar a los pájaros de los árboles o de los huertos, los agricultores se las ingeniaban con los espantapájaros.

Si un pájaro algo valiente se diera cuenta de que ese espantapájaros no es más que un ser inanimado, ¿qué es lo que descubriría? Que las mejores hortalizas están allí donde está clavado el monigote.

La realidad es que el espantapájaros está indicando cuál es el lugar al que tienen que ir, aunque los pájaros tienen un miedo atroz a acercarse. El miedo es el camino para llegar y el espantapájaros, lo único que hace, es indicarte el destino.

Nuestro camino solo aparece ante nosotros cuando decidimos avanzar, y no antes. Esa es una de las leyes más grandes y trascendentales de la historia de la humanidad. 

Porque si quieres lo que nunca has tenido, tendrás que ser quien nunca fuiste. Porque lo bueno no es sencillo. Y nada que merezca la pena, realmente lo es.



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