Perdinancias

La autora Alba Cardalda acuñó el término “perdinancias” como esas situaciones en las que, perdiendo, sales ganando. Es decir, cuando tienes a tu alrededor una situación/persona tóxica que te consume y drena energía y la mandas a la mierda; pierdes, pero ganas en paz y en tranquilidad.

Y es que el tiempo sólo se consume, nunca se recupera y, además, es finito. A todos se nos acaba en algún momento que no sabemos cuándo va a llegar. Si va a ser mañana cuando salgas de casa y te lleve un camión por delante, o será dentro de 70-80 años en el apacible calor del hogar.

Es por ello que hay que arriesgarse a perder ganando; a dedicar nuestro tiempo a aquellas personas y aquellos retos que nos llenen y que nos hagan sonreír; que nos aporten y no aparten. Que cuando tengamos que exhalar el último aliento, sea sabiendo que todo el camino recorrido, por largo o corto que fuera, ha valido la pena.

Como bien decía la autora en su libro “Cómo mandar a la mierda de forma educada”: No sólo tenemos que ser los protagonistas de nuestra vida, también tenemos que ser sus directores. Siempre podremos lidiar con el rechazo de los demás sobre nuestra forma de vida, pero nunca con los reproches que tengamos de nosotros mismos.

Y es que no hay mayor traición que la que cometemos cuando vamos en contra de lo que siente nuestro propio corazón.



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